El cambio climático constituye una seria amenaza para la conservación del alcornocal, la producción sostenible de corcho y la cadena de valor ligada a este producto. Entre las principales amenazas que previsiblemente afectarán al alcornocal, y cuyos efectos ya se están manifestando en la actualidad, cabe destacar: la menor vitalidad y productividad debido a un mayor estrés hídrico, el aumento de plagas, especialmente Coraebus undatus, y la mayor frecuencia de grandes incendios forestales. Además, estos impactos previsibles se suman a un marco normativo en muchos aspectos inadecuado a este nuevo contexto.
Los bosques de Quercus suber ocupan en la UE cerca de 20.000 Km2 y el 65% de su área de distribución mundial está principalmente en España, Portugal, Francia e Italia, zonas altamente vulnerables al cambio climático.
Las principales manifestaciones previstas del cambio climático en el Mediterráneo occidental son una reducción de la pluviometría, un incremento de las temperaturas (más intenso en verano) y un incremento de los eventos meteorológicos extremos (olas de calor, sequías fuertes) que, como se ha avanzado y según se prevé, producirán los siguientes impactos sobre los bosques de alcornoque:
Estos impactos tendrán unos efectos claramente negativos sobre las funciones productivas, ambientales y sociales de los bosques de alcornoque: menor producción de corcho y menor calidad del producto, menor capacidad de secuestro de carbono, pérdida de calidad del hábitat para muchas especies y biodiversidad, incremento de la erosión, y pérdida de calidad del paisaje y valor como entorno turístico y recreacional. Por otra parte, incidirán negativamente en el estado de conservación de éste hábitat, calificado actualmente como “desfavorable-inadecuado” (EUNIS).
Se trata de bosques muy ligados al uso por parte del hombre, que desde hace milenios los ha aprovechado para obtener pastos, leñas y, sobretodo, corcho. En la actualidad, la conservación de los bosques de Quercus suber pasa por la gestión sostenible y ésta se sustenta económicamente en la producción del corcho. En este contexto, es necesario incorporar en la gestión nuevas técnicas y métodos para, desde un enfoque integral, mejorar las capacidades de adaptación al cambio climático de este tipo de bosques.
Por ello, las acciones planteadas en este proyecto se centran en la implementación y demostración de nuevas técnicas de gestión forestal en alcornocales, con el establecimiento de rodales demostrativos que sirvan de ejemplo real de la aplicación de dichas técnicas, además de la transferencia de conocimiento y tecnología y la promoción de la sensibilización ambiental sobre la conservación de este tipo de bosques.
Cabe destacar que la estrategia de la UE para la adaptación al Cambio Climático, adoptada por la Comisión durante el mes de abril de 2013, tiene como objetivo contribuir a configurar una Europa más resiliente al cambio climático; y en este sentido, la adaptación al cambio climático de los sistemas forestales constituye un aspecto central en la política de la Unión Europea.